¿Por qué tu cerebro ama los hongos adaptógenos?

Tu cerebro “ama” a los hongos adaptógenos porque actúan como aliados naturales en su equilibrio y rendimiento.

Muchos hongos adaptógenos (como la melena de león) estimulan la producción de NGF (Factor de Crecimiento Nervioso), apoyando la regeneración y protección de las neuronas. Eso significa una mejor memoria, concentración y claridad mental.

Los adaptógenos ayudan a que tu sistema nervioso se adapte mejor al estrés. Regulan neurotransmisores como la serotonina y dopamina, relacionados con el bienestar y la calma.

Disminuyen el cortisol y mejoran la respuesta del cuerpo al cansancio y la tensión, tu cerebro se mantiene más relajado y con mayor capacidad de enfocarse en lo importante.